La fiebre es un síntoma común de enfermedad en los gatos. Puede ser causada por una variedad de infecciones, como las víricas, bacterianas o parasitarias. También puede ser un efecto secundario de algunos medicamentos o vacunas.
Aquí hay algunos signos que pueden indicar que tu gato tiene fiebre:
- Nariz caliente y seca: La nariz de un gato sano suele estar húmeda y fría. Si la nariz de tu gato está caliente y seca, podría ser un signo de fiebre.
- Orejas calientes: Al igual que la nariz, las orejas de un gato sano suelen estar frescas al tacto. Si las orejas de tu gato están calientes, podría ser un signo de fiebre.
- Ojos llorosos o legañosos: La fiebre puede causar conjuntivitis en los gatos, lo que se traduce en ojos llorosos o legañosos.
- Pérdida de apetito: Los gatos con fiebre a menudo pierden el apetito y pueden comer menos de lo habitual.
- Letargo y apatía: Los gatos con fiebre generalmente se sienten letárgicos y apáticos. Es posible que duerman más de lo normal o que no tengan ganas de jugar.
- Escondite: Los gatos con fiebre pueden esconderse en lugares oscuros o apartados.
- Jadeo: El jadeo es un signo de que un gato está tratando de enfriarse. Si tu gato jadea más de lo normal, podría ser un signo de fiebre.
La forma más segura de saber si tu gato tiene fiebre es tomarle la temperatura. Puedes hacerlo con un termómetro digital rectal para gatos.
La temperatura normal de un gato es de entre 38°C y 39°C. Si la temperatura de tu gato es superior a 39°C, es probable que tenga fiebre.
Si crees que tu gato tiene fiebre, es importante que lo lleves al veterinario lo antes posible. La fiebre puede ser un signo de una enfermedad grave que requiere tratamiento.
Aquí hay algunos consejos adicionales para cuidar a un gato con fiebre:
- Asegúrate de que tu gato tenga acceso a agua fresca y limpia en todo momento.
- Puedes ofrecerle a tu gato comida blanda o húmeda, ya que puede ser más fácil de comer que la comida seca.
- Aplica una compresa fría en la cabeza de tu gato para ayudarlo a refrescarse.
- No le des a tu gato ningún medicamento sin antes consultar con tu veterinario.
Recuerda que la fiebre es solo un síntoma de una enfermedad subyacente. Es importante llevar a tu gato al veterinario para que le diagnostiquen y traten la causa de la fiebre.